Os humanistas non queremos amos; non queremos dirixentes nin xefes, nin nos sentimos representantes nin xefes de ninguén.
Os humanistas somos internacionalistas, aspiramos a unha nación humana universal. Comprendemos globalmente ao mundo en que vivimos e actuamos no noso medio inmediato. Non desexamos un mundo uniforme senón múltiple.
Documento Humanista.

viernes, 15 de febrero de 2013

Lo público: un poquito de por favor!!


Desde hace tiempo se viene hablando del mal funcionamiento de lo público, del exceso de “derechos” de sus empleados y cuestiones por el estilo. Esta campaña de largo recorrido que tiene su adalid en doña Espe y los acólitos del "liberalismo", pretenden, creo yo, desprestigiar al sector público para que sus funciones las gestionen empresas privadas.
 
Ahora bien, yo me pregunto cómo sería el funcionamiento de las cosas de todos por empresas como las de telefonía e internet o la banca. Tendríamos tantos problemas como los tenemos ahora cuando queremos hacer alguna gestión con “atención al cliente”; nos atenderán cinco personas para una sola gestión y no se resolverá nada; tendremos que llamar todos los meses porque nos han cargado en nuestro recibo conceptos que desconocemos; nos marearan como cuando llamamos a esos dichosos número de cuatro cifras que se dice “atención al cliente” pero que parece más “mareo del cliente”.
 
Y si la gestión es como la que realizan los bancos, tendremos que cuidarnos de sus informaciones no vaya a ser que nos engañen con “preferencias”; revisaremos cada uno de sus movimientos para que no nos cobren comisiones que son ilegales o han afirmado que no cobrarán; esperaremos colas inmensas por no ser “clientes preferentes” y ser simplemente personas normales.
 
Estas dudas me surgen.

Porque lo privado no funciona mejor que lo público. Lo privado realiza EREs aun teniendo ganancias; lo privado baja salarios aun produciendo los mismo y teniendo los mismos ingresos; lo privado evade impuestos, financia y mima con sobres a sus gestores mientras presiona y, en ocasiones, amenaza a sus trabajadores.

Si al menos en estas empresas que quieren gestionar lo público se priorizara que fueran autogestionadas o cogestionadas, por lo menos estaríamos ante una situación de participación igualitaria del capital y el trabajo, fomentando un concepto democrático de empresa, no como el actual.
 
Vaya, que lo privado SIEMPRE buscará el enriquecimiento  y lo público DEBE buscar el beneficio de TODOS. Esa es la diferencia que hay entre una gestión y la otra, creo yo. Y, para mí, eso condiciona la igualdad de oportunidades, es decir, la aplicación de forma igualitaria de las normas.
 
Otro argumento “de peso” es la nula o escasa productividad de los empleados públicos. Que si trabajan pocas horas, que si están leyendo el periódico, que si están tomando café…, Decir que eso es propio de nuestra cultura del escaqueo no es justificar nada. Pero afirmar que eso se da, también, en la empresa privada tampoco. Cierto es que el privilegio de ser empleado público es la escasa posibilidad de ser despedido y eso da muchas libertades y posibilita “malas costumbres”, pero nada más. A lo largo de mi vida laboral, la mayor parte en la empresa privada excepto los últimos dos años, la cultura del escaqueo (que aprendí en la estúpida y desaparecida mili) siempre está presente. Desde hacer horas extra (en blanco o en negro) innecesarias, hasta dejar de hacer cosas para hacer después horas extra o simplemente buscar el mejor rincón para el “cigarrito”… cuando no son "ordenes superiores" las que promueven engordar gastos, por poner ejemplos. La cultura de “utilizo al otro para mi beneficio” es algo presente en nuestra cultura, cómo se interpreta va según barrios.
 
Sin duda hay mucho que mejorar para que los empleados públicos realicemos una labor más eficaz. Desde una formación más adecuada a las funciones que realizamos, hasta una información permanente de las normas que cambian los políticos (elegidos por todos los ciudadanos que votan), o una participación más directa y permanente en el diseño de procedimientos, que eliminen la burocracia creciente (también diseñada por los políticos)
 
Me gustaría recordar en estos momentos algo que no hace mucho pasaba en la calle, donde el desprestigio del empleado público era porque ganaba menos sueldo. Porque el criterio de “tanto tienes tanto vales” utilizado por la gran mayoría, ahora se vuelve en su contra. Otro aspecto de la cultura de esta época que habría que superar.
 
En definitiva, que si lo de todos es gestionado por empresas que buscan el enriquecimiento, que muestran su mala eficacia y gestión en atención al público, que discriminan por razón de capacidad económica cuando no por razón de raza, sexo, etnia o edad; ¿por qué voy a dejarlas que gestionen las cosas de todos?, las que tienen que ser de bien común.

Que es necesaria una profunda transformación social y personal es evidente, pero que esa transformación no vendrá de la mano de líderes ni profetas, sino de la necesidad de tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros, con su imprescindible atención y autocrítica para construir el camino; humildad y bondad para evitar actitudes dictatoriales o paternalistas.


Porque lo conjunto es de todos y todos debemos y tenemos que opinar y proponer.

1 comentario:

maribelanoia@gmail.com dijo...

Publiqué un comentario pero parece ser que no se colgó, a ver si esta vez hay suerte.
Te decía que comparto el criterio general, pero sobretodo la prioridad que hay que dar en las formas del trato humano y social. Por supuesto que no estoy de acuerdo en aquello tan trasnochado de que el fin justifica los medios. Ahora bien, todo éste caminar en las formas tiene que tener un norte, una utopía, un camino a andar, sinó los poderosos siguen guiando la brújula de la desigualdad a favor de los poderosos. En la balanza siempre tienen que pesar las personas,
nunca el capital.
Ha sido un placer leerte. Maribel