Os humanistas non queremos amos; non queremos dirixentes nin xefes, nin nos sentimos representantes nin xefes de ninguén.
Os humanistas somos internacionalistas, aspiramos a unha nación humana universal. Comprendemos globalmente ao mundo en que vivimos e actuamos no noso medio inmediato. Non desexamos un mundo uniforme senón múltiple.
Documento Humanista.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Ayudar a un desconocido: extender la mano con el culo prieto.

Hace unas semanas un amigo me comentó que un amigo suyo necesitaba ayuda, buscaba salir del lugar en donde vivía porque se sentía asfixiado. Mi amigo me ofrece cierta fiabilidad, a su amigo apenas lo había visto un par de ocasiones y sin mucho hablar.
En la conversación telefónica que tuve con mi amigo dude, me pedía alojamiento para una persona que desconocía y durante un tiempo indefinido (porque en estas situaciones se preve un tiempo que casi nunca se cumple, mayormente por que se sobrepasa), pero afortunadamente se impuso mi “cómo quiero ser y hacia dónde quiero ir” que el “que tengo que conservar”, es decir la intención predomino al prejuicio y el temor.
Pues bien, finalmente vino hace unos días, aquí esta durmiendo en mi casa, entrando y saliendo cuando quiere, comiendo lo que le apetece (si lo hay).
Es un piso pequeño, una habitación con sala-cocina; pero nos apañamos, hay sitio para dormir dos.
Cuando me pidió ayuda insito que dude, como no, pero ante las dos opciones que me planteaba, el sí y el no, me acordé de una conversación de bar entre amigos en donde uno decía sabiamente: “si yo quiero ofrecerte mi confianza, pero emotivamente desconfío, esa emoción no la puedo cambiar. Pero puedo hacer un acto motriz para cambiar la situación e, indirectamente, posibilitar la modificación de la emoción. Por ejemplo si me pides el coche, mi emoción me dirá “no se lo dejes, no me fio” pero puedo, a pesar de ello, meter la mano en el bolsillo sacar las llaves y ofrecértelas. La emoción seguirá en tanto me aferre a ella. Y si miro mi acto de conocerme, de caminar en una dirección que me motiva que me da sentido, en soltar, mi acto tendrá fuerza para poner otras condiciones...” y decidí soltar ante los miedos y prejuicios que tengo.
Y estando así los miedos aparecen, las dudas de que lo que he hecho esta bien hecho están, pero hoy día se impone, afortunadamente, la intención de aprender, de descubrir-me. Salga bien o salga mal lo hecho buscaba un camino: aprender a soltar, aprender a ayudar desinteresadamente, aprender a dar sin esperar nada a cambio. Pero como estoy en fase de aprendizaje en esta ocasión si doy esperando algo a cambio: aprender...

No hay comentarios: