Quedan pendientes despedidas,
agradecimientos, reflexiones, perdones... que no sé si algún día
verán la luz, porque ahora andan en las tinieblas, tal vez como yo.
Muchas cosas pasan a nuestro alrededor,
pero sólo unas nos guían, otras nos dan fuerza y motivación.
De eso vengo a escribir hoy, y a pedir
otras opiniones.
“A eso?, a qué?”
Perdón, si es verdad no está definido
en asunto: qué es lo que nos motiva?, mejor dicho, qué hace que una
cosa que en un momento primero nos motivaba mucho, no pierda esa
fuerza?
Qué hace que el brillo de una imagen,
las ganas de poner una cosa en marcha, no se diluya con el paso del
tiempo.
Serán las ganas de alcanzar el objeto
que está detrás de la motivación lo que mantiene esa fuerza.
Será que el temor al que quería
combatir a recobrado “su sitio” y se comió mis aspiraciones.
Será que como no sé hacia donde voy,
el vuelo de una mosca volvió a cambiar mi rumbo.
Será que no conseguir los objetivos
estimados me hacen dudar de mí y de mi camino.
Será que no hago mas que compensar
carencias momentáneas y no sé que quiero.
Será que soy tan débil e
influenciable que pierdo firmeza en mis aspiraciones. No, esto seguro
que no, porque busco respuesta a las motivaciones, no a las acciones.
Sé que mis ideas me guían, sé que
hay momentos en los que las iniciativas y las ganas manan con gran
intensidad, pero no sé qué, quién o por qué se “cierra el
grifo”
Busco pistas...
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